“La experiencia turística está incompleta sin la debida atención a la cultura del destino y el paisaje cultural de Gran Canaria remite, indudablemente, a un cultivo que lleva con nosotros desde la primera etapa colonizadora. Viñas, bodegas, lagares,... hablan del vino no sólo como producto singular sino como elemento vertebrador de nuestra sociedad a nivel económico, gastronómico, paisajístico y, cómo no, identitario. La pujante industria del vino grancanario se regala al visitante para nutrir la memoria del viajero”
José Miguel Martín (antropólogo especialista en alimentación)